martes, 13 de marzo de 2012

Hombre asegura haber cruzado puerta dimensional

México, D. F.- Durante la tormenta que asoló al Distrito Federal el pasado sábado 10 de marzo, un hombre de mediana edad fue tragado por una puerta dimensional que se abrió en plena calle del Centro Histórico tras haber caído un rayo sobre un poste de luz.

El suceso ocurrió cuando Liborio Reyes, de 27 años, corría por la calle de República de Uruguay en busca de un lugar para resguardarse de la fuerte lluvia y granizo que cayó poco tiempo después.

A punto de llegar al Eje Central Lázaro Cárdenas, el señor Reyes fue despedido pasos hacia atrás después de que un rayo alcanzara uno de los postes de luz que están situados frente a una enorme zapatería.

Liborio Reyes asegura que al intentar levantarse, alzó la mirada y observó que el rayo literalmente se “enredó” al poste. “Me quedé totalmente sorprendido al ver que el rayo abrazaba al poste. Intenté echar a correr al metro, pero entonces, el foco reventó y el rayo se extendió hacia la derecha hasta alcanzar al otro poste que está sobre la misma banqueta”.

Cabe destacar, que el efecto descrito por el señor Reyes tiene similitud a la Bobina de Tesla, donde la electricidad generada alcanza a cualquier objeto cercano por medio de un rayo.

El golpe expansivo causado por este extraño fenómeno lo lanzó hacia atrás, levantándolo unos palmos del suelo.

“Caí de espaldas fuertemente. La respiración se me fue por un momento”. Después, vino lo peor, asegura: “el ruido de las descargas eléctricas empezó a aumentar hasta hacerse insoportable. Todavía estaba tirado en el suelo, cuando los aparadores empezaron a ondear, como si fuera el reflejo en el agua que ha sido golpeado o agitado. Pero curiosamente, sólo sucedía en el espacio comprendido entre los dos postes. A sus lados, todo permanecía normal”.

Como si fuera presa de una aspiradora gigantesca, el señor Reyes, todavía conmocionado, detalla que fue arrastrado junto con la basura de la banqueta hacia la ondulación entre los postes, que no era otra cosa sino una puerta dimensional. “Intenté sujetarme al suelo o a cualquier cosa, pero fue imposible resistirse a esa clase de fuerza”.

Al atravesar el vórtice dimensional, Liborio Reyes se sorprendió al encontrarse en lo que, en sus propias palabras, parecía como un “desierto rojizo”.

“Era como estar dentro de una pintura que tiene el color rojo sangre difuminado. Ya no llovía. Hacía mucho calor. No había plantas. Sólo tierra rojiza, como grava, extendiéndose por todo el lugar. No se veían montañas, sólo rojo hasta perderse en el horizonte plano. El cielo era de un color naranjizo, como cuando va a caer la noche, y las nubes, también de color rojo”.

El señor Reyes asegura que caminó durante lo que fueron horas en medio de la nada, perdido y desconcertado por lo que acababa de acontecer, cuando encontró el primer rastro de vida.

“En cierto momento, escuché a lo lejos un crujido constante. Conforme avancé, el ruido se fue haciendo más fuerte hasta que encontré de dónde provenía. A pocos metros, frente a mí, había una criatura muy extraña que devoraba lo que parecía ser un toro. Era un león muy robusto, pero de su lomo le salían unas enormes alas como de águila, con plumas color café y algunas de color blanco”.

Al percatarse de su presencia, la criatura adoptó de inmediato una postura hostil, extendiendo sus enormes alas, para después intentar atacarlo.

Liborio Reyes echó a correr, sintiendo el suelo temblar por las fuertes pisadas del animal, que parecía querer darle caza.

“En cierto momento dejé de sentir temblar el suelo, así que volteé sólo para encontrarme con que el león ahora volaba por encima de mi cabeza con las fauces abiertas, listo para comerme”.

El señor Reyes logró salvarse de milagro cuando se percató que más adelante, otra puerta dimensional se abrió, volviendo a distorsionar su visión del horizonte.

“Podía sentir el aliento del león en mí nuca, así que no lo pensé dos veces y salté a través del reflejo ondulante que estaba frente a mí”.

Así, Liborio Reyes apareció en la calle Victoria, que se encuentra cruzando el Eje Central y que curiosamente es la misma que discurre de República de Uruguay, sólo que con el cambio de nombre.

Especialistas en la materia ya analizan este misterioso fenómeno, debido a que la declaración del señor Reyes confirma muchas de las sospechas actuales sobre la teoría de Einstein sobre el espacio-tiempo.

“Esto demuestra cómo el tiempo es diferente al pasar por un vórtice y al cambiar de dimensión –explica Ricardo Lascurain, profesor de física de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)-. El señor Reyes asegura haber caminado lo que le parecieron horas, cuando entre su ingreso y salida de la puerta dimensional sólo transcurrió aproximadamente minuto y medio. Además, lo que pudo haber recorrido durante ese lapso de tiempo, quizá metros o hasta kilómetros, en nuestra realidad únicamente fue el cruce del Eje Central Lázaro Cárdenas”.

Por mientras, Liborio Reyes permanecerá bajo observación médica especializada y psicológica para descartar que el hecho descrito fueran alucinaciones, así como el análisis en laboratorio de los restos de tierra encontrados en su ropa.

C. J. Pics – El Diario Heroico.